Para la clasificación y valoración de los vinos, la cata
sigue siendo un elemento de juicio imprescindible. Vamos a intentar explicar en que cosiste y como se realiza una cata de vinos, una de las practicas mas características relacionadas con el mundo del vino.
El procedimiento
Los vinos se ofrecen ciegos; es decir, sin
etiquetas. El catador se habrá abstenido de fumar o tomar café, té, etc., varias
horas antes de iniciar la cata. Esta se desarrolla entre las once y las trece
de la mañana, preferentemente. La sala de cata debe estar silenciosa y
desprovista de cualquier olor. El catador se habrá abstenido, igualmente, de
usar perfumes, jabones olorosos o after shaves.
El catador se sirve un poco de vino en una
copa adecuada (catavino), a la que procederá a dar un suave movimiento circular
para que el líquido empape todo el cristal.
La primera observación será del color. Tratándose de un vino
tinto, si éste tiene un color rojo púrpura, con matices violeta, el vino es
joven y no ha madurado suficientemente; si el color es rojo ladrillo, el vino
tiene como mínimo dos o tres años. Observará, igualmente, la pureza, limpieza,
transparencia,y comprobara si se forman "lágrimas" en las paredes del
cristal, lo que indica un vino licoroso. Finalmente comprobará si se forman
burbujas, lo que indicara la presencia de gas carbónico.
Posteriormente, el catador huele el vino sin
agitar la copa, repitiendo la operación imprimiéndole ahora un fuerte
movimiento rotatorio. El aroma desprendido se clasifica en tres tipos: primario, correspondiente a la
cepa; secundario, procedente de la fermentación, y el bouquet propiamente dicho, producto exclusivo
de la crianza.
Los catadores suelen definir los olores por
semejanzas florales, de la madera, de las plantas verdes, balsámicas, las
frutas, los animales, especias,etc...
Las palabras más comunmente utilizadas para
definir los aromas son tila, manzana, melocotón, hojas de viña machacadas,
ciruelas, fresa, frambuesa, plátano, rosa, violeta, miel, tabaco, heno, canela,
anís, trufa, vainilla, almendras amargas, pan tostado, regaliz, etc.
Finalmente, el catador tomará un pequeño sorbo de vino, que
"borboteará" - acción de aspirar por una fina rendija de los labios,
de forma que el aire pase a través del líquido -, aspirando el aroma, procederá
a pasear el líquido por toda la boca, frotando la lengua con el paladar, a fin
de comprobar si el vino "se engancha"; es decir, si es áspero o
tánico. Finalmente, escupirá el sorbo.
Los términos con los que se define esta fase
de la cata son: áspero, duro, nervioso, fino, franco, recio, grueso,
delicado, redondo, equilibrado, aterciopelado, sedoso, goloso, etc.
Cuando un vino está defectuoso suele decirse
de la siguiente manera: "Maderizado u oxidado (recuerdan a la manzanilla),
arrope (sabor a mosto hervido), áspero, tánico, débil, pesado (muy envejecido,
y, por tanto, rancio y algo avinagrado, picado (fuerte olor a ácido acético),
verde (muy ácido y sin bouquet), enmohecido (olor a corcho enmohecido), etc.
Actualmente la cata de vinos esta adquiriendo cada vez mas un valor turístico No son pocos los visitantes a La Rioja( y otras zonas típicamente vitivinícolas)que visitan bodegas y realizan catas de vinos, las cuales también son fomentadas a través de una gran cantidad de cursos y clases.
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